Blogia
pinfli

un otoño de 1997, un otoño de 2005

Supongo que alguna vez me quisiste, aunque estoy convencido que ese sentimiento se extinguió hace tiempo. No se puede convivir con alguien a quien se supone que se quiere y, a la vez, colocar un anuncio buscando una habitación sin comentarlo, sin decir nada a la persona a la que se supone que se quiere. Dijiste que fué un arranque, un ataque de rabia..., pero tu y yo sabemos que ese anuncio estaba demasiado bien montado, que le añadiste tus fotos, que eras muy consciente de lo que hacias. Ese anuncio estuvo puesto una, dos, tres semanas? Si hubiese sido un arranque, el mismo día que lo colocaste o, al día siguiente, lo hubieses retirado. Sólo lo hiciste cuando yo te hice ver que conocía su existencia.

No puedo negar que pudieras tener tus razones. Todos tenemos nuestras razones para hacer una cosa u otra. Pero si me querías, ¿porqué no me dijiste que no podías más?, ¿porqué no me gritaste tu hastío? Como siempre, te era más fácil actuar sin hacer frente al problema.

Sabes, cuando hace cuatro meses comenzó nuestra separación física, que tú pediste (por que necesitabas tiempo, y aún no sé para qué...), yo quería hacer lo imposible para cambiar las cosas, para cambiarme a mi. Pero pronto comencé a darme cuenta que tu no querías cambiar nada que te implicase a ti, tu no sentias que tuvieses que cambiar nada, la responsabilidad de que las cosas mejoraran en nuestra relación era, como con casi todo, sólamente mía. Y las cosas en una pareja no son cosa de uno, es cosa de dos.

Después de un mes de separación comencé a darme cuenta de que únicamente con mi esfuerzo no podría arreglar nuestra relación, en ese punto comencé a plantearme que no podríamos seguir juntos. Después de ocho años de relación, llegué a la conclusión de que no podíamos seguir de esa manera. Lo que comenzó un otoño de 1997, acabó en el otoño de 2005.

Hace ya dos meses y medio que te planteé que cada cual viviese su vida. No me había imaginado lo duro que sería, pero he de agradecerte que no hayas hecho nada que me haya hecho replantear mi decisión. Supongo que, fundamentalmente, porque coincidía también con tus deseos. Ojalá nos vaya bien, a los dos.

0 comentarios